Crónica de una libertad condicional. El nuevo libro de Camilo Blajaquis

Es un libro de poemas compuesto por palabras-armas. Estallan, hacen ruido, están lastimadas, hieren, tienen una fuerza belicosa: se baten a duelo con los estereotipos, los burlan, los consumen, los manosean, en un mano a mano tan  directo que una mala pasada, o un mal reflejo, le devuelve la iniciativa  al estereotipo, que entonces vuelve a acertar su golpe, congela los  desplazamientos, captura el sentido. 

El riesgo se acrecienta en experimentos como el de César, en  relación a aquellas “batallas” que se libran desde lugares más  preservados. La poesía es ritmo y construye una jerga donde  hay hastío y enojo, desánimo y avidez, juego y destino. Poesía  que destila paisajes promiscuos, a golpe de imágenes de ciertos  barrios del conurbano bonaerense y del mundo carcelario. Con  sus diferencias y sus pasadizos, sus similitudes y abismos. Un  combate cuerpo a cuerpo, una máquina de guerra, capaz de devorar  referencias literarias y filosóficas para hacer uso libre de ellas y  sumergirlas en un nuevo universo.
Y capaz, también, de advertir  que muchos querrán con esa lengua filosa hacerse un festín de maniqueísmo. Una escritura inesperada, que ora denuncia una  sociedad insensible (proclive a la repetición y a la copia), ora se entrega galante a las impericias del amor. Poesía esquizoanalítica, sugiere el propio Blajaquis en alguno de  sus textos. 
Una creación puesta a reflexionar sobre las propias ( 8 ) Camilo Blajaquiscondiciones de existencia, de una vida breve aunque jugosa: del Instituto de Menores a la filosofía (y de allí al amor). Crónica de una  libertad condicional se sitúa sobre una línea en extremo delgada, que separa lo íntimo de lo social. 
Blajaquis habla todo el tiempo  de sí mismo. Pero su experiencia vital (con toda la complejidad del  caso) es una nítida expresión de la realidad que denuncia. Putea, piensa, desafía, juzga. Describe. Discursea (y en la mayor parte  de las ocasiones lo hace de modo algo oscuro, misterioso; una  huella ricotera que él no desmentiría). 
Un puñado de palabras para gambetear años de barrotes y de guardiacárceles –Rejalandia. Poesía contra los clichés racistas y violentos, contra el “patrón que  te mira la tumba en los gestos y niega el laburo / comerciante que  tiembla cuando entrás a comprar producto cualfuese / puertas que  se cierran al paso de tus pasos / ventanas que vigilan, vecinos que se  persiguen y sociedad absoluta que te da la espalda”. 
Sobre el entramado compuesto por una experiencia colectiva como  la revista de cultura marginal ¿Todo Piola? y esta obra poética en  proceso, intuitiva (“mitad fuego, mitad humo”), es que esta edición  se ancla. Tan experimental para Tinta Limón como para el autor, tan promisoria para ¿Todo Piola? como para nosotros: mutuo guiño que  insinúa territorios comunes a descubrir.

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